Bimestre en baja para la actividad económica de empresas locales

Es el informe que genera  el CREBBA y deduce que: En el marco de la pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud por el COVI-19, la situación general de las empresas de Bahía Blanca fue desalentadora. El deterioro respecto al bimestre anterior evidencia resultados negativos por catorce bimestres consecutivos y alcanza la mayor caída de la actividad económica de los últimos 19 años.

Producto de este aislamiento social obligatorio, y como consecuencia de la inactividad comercial por la que atraviesa el país, durante el bimestre marzo-abril la actividad económica de las empresas de Bahía Blanca se deterioró notablemente respecto al bimestre anterior.

El saldo de respuesta del indicador de situación general es calificado como desalentador bajo los parámetros de medición del CREEBBA al haber pasado de -22 a -66 producto de un 2% de los encuestados que se encontró en una situación buena, un 30% que no presentó cambios del bimestre anterior a este y un 68% que se vio en una mala situación general. Se trata del decimocuarto bimestre consecutivo que no exhibe resultados positivos para este indicador. Realizando un análisis histórico se destaca el presente bimestre como el de mayor caída de la actividad económica relevado por el CREEBBA desde que comenzó sus mediciones de encuesta de coyuntura y del Informe Económico Regional en enero de 2001.


Al realizar un análisis desagregado se desprende que los tres sectores (comercio, industria y servicios) presentaron desmejoras en el saldo de respuesta del indicador que mide su nivel de actividad, todos ellos con resultados negativos. El sector industria continúa arrojando resultados negativos por quince bimestres consecutivos.

Comparando la situación general actual respecto al mismo período del año anterior, los empresarios manifestaron encontrarse por debajo del nivel de actividad observado en el bimestre marzo-abril del año 2019. Un 34% de los encuestados manifestó estar en iguales condiciones, un 2% mejor y un 64% peor. Se mantiene así la tendencia negativa que viene registrándose para los últimos quince bimestres, con mayor número de respuestas negativas por sobre quienes expresaron repuntes en la actividad económica.

Facturación

En cuanto a las ventas, el indicador que mide la tendencia de facturación por ventas presentó una considerable desmejora respecto del bimestre anterior acumulando así catorce bimestres consecutivos con resultados negativos. El saldo de respuesta del mismo pasó de -21 a -63 con un 27% de empresas que registraron ventas estables, un 5% mejoró y un 68% exhibió peores niveles de facturación por ventas durante los meses de marzo y abril. Además, al realizar un análisis desagregado, puede comprobarse que los tres sec-tores exhibieron resultados negativos, presentando a su vez disminuciones en sus montos de facturación en relación al bimestre anterior.

Respecto a las expectativas de cada sector para los próximos meses, los empresarios bahienses mantuvieron la tendencia negativa que se venía registrando durante el bimestre anterior al poner de manifiesto respuestas de expectativas negativas (45%) que superan a las positivas (5%) y un 50% de los consultados con la perspectiva que el próximo bimestre se presente sin modificaciones.

Al momento de referirse a las expectativas generales, los encuestados mantienen una postura pesimista por catorce bimestres consecutivos, con un 50% de respuestas con expectativas negativas, 4% con respuestas optimistas y un 46% sostiene que la situación el próximo bimestre se mantenga igual.

Dentro de este panorama económico desalentador que se viene describiendo, persistió la tendencia a mantenerse con sus planteles de personal fijo en un 84% de los encuestados en términos agregados.

En resumen, la situación general continúa en niveles muy bajos de actividad, manteniendo saldos de respuesta con resultados negativos por decimocuarto bimestre consecutivo.

Comentarios Sectoriales

Fabricación de sustancias y productos químicos, plástico y caucho: Los empresarios encuestados del rubro destacan que estas actividades continuaron en producción durante el aislamiento por ser esenciales. No obstante, manifiestan una frágil situación financiera al encontrarse con incrementos de stock por disminución de ventas sumado a falta de cobranza de clientes.

Comercio, industria y servicios de la Región

Durante el bimestre enero-febrero, la situación general de la Región (donde se consideran las localidades de Punta Alta, Coronel Dorrego, Coronel Pringles, Puan y Pigüé), mostró un saldo de respuesta considerado como desalentadora (según parámetros CREEBBA) respecto al bimestre anterior.

El nivel de ventas, respecto al bimestre anterior, mostró un desplome pronunciado, como consecuencia de la nula comercialización en muchos casos provocado por el aislamiento social y obligatorio implementado por el gobierno, ocasionando el cierre de gran parte de las empresas en toda la Región.

En relación al plantel del personal, los empresarios continúan manteniendo el nivel de empleo, aunque en menor medida que el bimestre anterior.

En términos sectoriales, la situación general respecto al bimestre previo exhibe un resultado desalentador para comercio y servicio, significando una desmejora respecto a enero y febrero. Asimismo, la industria exhibió una tendencia regular.

Considerando las expectativas tanto a nivel general como sectorial, todos los rubros son pesimistas respecto al futuro cercano. Este hecho es consecuencia del deterioro que ha generado la paralización de la economía durante el bimestre analizado, donde los empresarios estiman dificultades respecto a la reactivación post-pandemia.

En resumen, la actividad económica general en la Región manifestó una fuerte caída, generando un retroceso en comparación al bimestre previo donde se había observado una recuperación. La suspensión de la mayoría de las actividades, como resultado del establecimiento de la cuarentena obligatoria generó que las firmas no pudieran funcionar y, de este modo, la facturación en muchos casos fue nula, perjudicando a toda la economía en su conjunto. Algunas empresas optaron por el comercio on line pero el mismo no fue suficiente para mantener el nivel de facturación habitual.

A nivel sectorial, industria, comercio y servicios presentaron caídas en sus niveles de facturación y actividad en general como consecuencia del cierre de un gran porcentaje de empresas durante el aislamiento social obligatorio.