¿Qué nuevos desafíos deben enfrentar los líderes de las empresas?

Nota publicada en revista Polígono Edición n°56

¿Cuáles son las meta-habilidades que deben aprender para surfear la incertidumbre?

Invertimos la mayor parte del tiempo de nuestro tiempo conversando y no siempre contamos con las competencias necesarias para hacerlo con efectividad.

Los desafíos planteados por las nuevas formas de organizar y gestionar el trabajo, nos señalan la importancia de las competencias que deben incorporar las personas para actuar con eficacia. Muchas veces observamos a excelentes profesionales que no obtienen un buen desempeño laboral, y esto sucede porque para lograr los objetivos establecidos por las empresas, se necesita además de las competencias técnicas, poseer un conjunto de competencias genéricas que posibiliten accionar e interactuar con efectividad.

Las “competencias genéricas” (o habilidades sociales) se aplican a todo  tipo de función y están relacionadas con los aspectos humanos del desempeño laboral y la gestión empresarial. Las mismas proporcionan las capacidades necesarias para la realización de un conjunto muy diverso de acciones, tales como comunicarnos en forma efectiva, interactuar en grupos interdisciplinarios, liderar equipos de trabajo, negociar y generar acuerdos, resolver conflictos , coordinar proyectos y gestionar nuestra emocionalidad. En la medida en que una persona asciende en la escala jerárquica de una organización, la naturaleza de sus actividades está cada vez más relacionada a este tipo de competencias y por lo tanto se constituyen en el eje central del ejercicio del liderazgo.

Es por ello que aprender a conversar, interpretar inquietudes, preguntar, influenciar y modelar conductas en otros, son algunos de los roles fundamentales de los líderes de una organización, quienes  ya no pueden sólo controlar y dirigir, sino que deben trabajar con las posibilidades existentes , generando nuevas mediante la obtención y cumplimiento de compromisos de sus equipos.

El día 14 de agosto del 2019 en el Parque Industrial se desarrolló el taller “Desarrollo de la Fortaleza emocional para liderar en tiempos de cambio”

El objetivo del mismo fue comprender que los seres humanos somos seres emocionales que usamos la razón para justificar u ocultar las emociones desde las cuales se dan nuestras acciones. Y es  por ello, que es imprescindible desarrollar sensibilidades que permitan a los miembros de las empresas, entrenar habilidades para conocer mejor su emocionar y por ende, también el de  los demás, posibilitando mejorar día a día sus relaciones laborales en pos de mejores resultados.

Los líderes dimensionando la influencia de las emociones en la calidad de las acciones y en la eficacia de los resultados, deben aprender a intervenir en los estados emocionales del equipo y de cada integrante para mejorar sus posibilidades de acción.

Toda persona que forma parte de una empresa tiene responsabilidad de visibilizar la responsabilidad personal de los estados de ánimo en que se vive y se desarrolla el devenir organizacional.

En el segundo taller “Rediseño organizacional en tiempos de incertidumbre” desarrollado el 8 de Octubre del 2019 en el Parque industrial; reflexionamos sobre la importancia de promover la plasticidad conductual y la capacidad de aprender a aprender  que junto con la navegación de los estados de ánimo; constituyen las meta-habilidades necesarias para que los lideres e integrantes de las empresas puedan  surfear la incertidumbre.

Quien no pueda desarrollar estas meta-habilidades estará muy bien preparado para un mundo que ya no existe.

En los entrenamientos que desarrollamos en las empresas nos enfocamos en mejorar su rentabilidad, pero al mismo tiempo cuidando las relaciones y la continuidad de las mismas, teniendo como objetivos:

1-Concientizar a cada miembro de la empresa que forman parte de una red de compromisos y que su actuar nunca es inocente a los resultados que la organización obtiene en su conjunto.

2-Promover el trabajo en equipo desde el paradigma de la confianza.

3-Gestionar estados emocionales de cooperación y entusiasmo entre los miembros de la empresa

4-Mejorar las relaciones interpersonales y destrabar conflictos.

5-Generar el contexto adecuado al desarrollo de la conversación más efectiva.

6-Entrenar la competencia de escuchar activamente y ofrecer diferentes interpretaciones de mayor posibilidad.

7-Identificar obstáculos y superar limitaciones en la resolución de conflictos.

8-Intervenir en los estados emocionales del equipo y de cada integrante para mejorar sus posibilidades de acción. Dimensionar la influencia de las emociones en la calidad de las acciones y en la eficacia de los resultados.

9-Visibilizar la responsabilidad personal de los estados de ánimo en que se vive y se desarrolla el devenir organizacional.

10-Reflexionar sobre el impacto emocional de callar o hablar en la organización.

11-Proponer y practicar nuevos estilos de liderazgo acordes a las necesidades de la organización.

Aprender a conversar es aprender a negociar. Aprender a negociar es aprender a evitar conflictos. Evitar conflictos es cuidar la empresa en su conjunto, asegurando la excelencia en la rentabilidad y en las relaciones interpersonales.

María Lorena LLiteras, Contador Público con orientación en Administración de Personal, Universidad Nacional de Sur, Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina.

Perito judicial, Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la provincia de Buenos Aires.

Consultora de empresas de familia y socia corresponsal del Instituto Argentino de la Empresa familiar (IADEF) de la ciudad de Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina

Coach Ontológico profesional de la escuela de Formación Profesional Axon Training.

Trainer en Oratoria y Programación Neurolingüística, Axon Training sede Argentina.

Integrante del Programa Beyond Coaching 2ª generación Team power.

Embajador de posibilidades, Pluralistic Network

Multiplicador B de empresas de triple impacto, B corporation.

Docente de habilidades sociales,  liderazgo, e inteligencia emocional en Universidad Nacional del Sur y Universidad Tecnológica Nacional, Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina.

Directora de Newit Desarrollo Humano