La industria petroquímica argentina cumple 75 años, marcando un desarrollo clave para el crecimiento industrial del país. Su origen se remonta a fines de la década de 1940, con las primeras plantas productoras de derivados del petróleo y del gas, y se consolidó en las décadas siguientes con la expansión de complejos industriales.
En Bahía Blanca, el gran hito fue la creación del Polo Petroquímico en los años 80, impulsado por la disponibilidad de gas proveniente de la cuenca Neuquina y su estratégica ubicación portuaria. Este polo se convirtió en uno de los más importantes de Sudamérica, albergando empresas productoras de etileno, polietileno, cloro, PVC, fertilizantes y otros insumos esenciales.
La industria petroquímica tiene aplicaciones transversales en sectores como plásticos, envases, construcción, salud, agricultura, automotriz, energía y textiles, siendo fundamental para la producción de bienes de uso cotidiano y para el desarrollo de otras cadenas productivas.
Las primeras empresas que dieron origen al Polo Petroquímico de Bahía Blanca, a comienzos de los años 80, fueron:
- PASA (Petroquímica Argentina S.A.) – inició la producción de etileno y derivados.
- Dow (en ese momento PBB, Petroquímica Bahía Blanca) – dedicada a la producción de polietileno.
- Solvay Indupa – enfocada en PVC, soda cáustica y cloro.
- Profertil – incorporada más tarde (1996), especializada en fertilizantes nitrogenados.
Este conjunto de empresas permitió el desarrollo de una cadena industrial integrada que abastece a sectores como plásticos, envases, construcción, automotriz, textil, energía y agricultura, consolidando al polo como motor productivo y exportador.

*Foto archivo Polígono – Planta Profertil Bahía Blanca