La lubricación de la maquinaria en las fábricas de alimentos y bebidas, fundamentalmente aquellas orientadas a la producción y elaboración de productos cárnicos requiere, para una optimización del funcionamiento, utilizar grasas y aceites que sean capaces de resistir condiciones muy particulares y a menudo extremas durante el proceso de manufactura. La acción de los residuos líquidos o en polvo, los frecuentes lavados a presión o con agua caliente y agentes químicos, las altas o bajas temperaturas de los hornos o las cámaras frigoríficas, producen unas condiciones que obligan al uso y a la repetida aplicación de lubricantes especiales.
La aplicación de un lubricante inadecuado o aplicado de manera inapropiada puede llegar a parar las operaciones en una planta provocando la perdida de muchísimo dinero. Se pierde billones de euros a escala global debido a las reparaciones de equipamiento que no ha sido lubricado de forma correcta, lo cual podía haber sido evitado.
“La aplicación de un lubricante inadecuado o aplicado de manera inapropiada puede llegar a parar las operaciones en una planta provocando la perdida de muchísimo dinero“
Una creciente demanda de lubricantes que puedan ser utilizados en la producción de alimentos de acuerdo a determinadas leyes y normas. En algunos casos, es importante también para un fabricante saber que los lubricantes que usa en su planta no contienen productos derivados o modificados. Los lubricantes utilizados han de estar de acuerdo con la actual legislación sobre higiene y seguridad alimentaria, un asunto de alta relevancia para cualquier fabricante de productos para consumo humano en general.
Es importante que sean bioestáticos, es decir, que no favorezcan el crecimiento de bacterias ni hongos en las zonas donde han sido aplicados teniendo en cuenta que, en la mayoría de las líneas de producción, ligeras fugas o goteos de lubricantes son frecuentes y a veces inevitables, dejando minúsculos rastros de aceite o grasa en el producto final.
Este tipo de industria mejora constantemente y cambia sus productos a medida que los requerimientos de las maquinarias modernas evolucionan y nuevos procesos químicos y de destilación son descubiertos. Tener el conocimiento básico de la tecnología de la lubricación ayuda a elegir los mejores lubricantes para cada necesidad.
“Este tipo de industria mejora constantemente y cambia sus productos a medida que los requerimientos de las maquinarias modernas evolucionan y nuevos procesos químicos y de destilación son descubiertos”
Es necesario que el personal industrial involucrado esté debidamente capacitado, tanto en el mantenimiento de equipos como en la implementación y búsqueda de elementos que permitan hacer más eficientes los procesos. La capacitación se centrará en los beneficios que genera la utilización de aceites lubricantes sintéticos para aumentar rendimientos y, por consiguiente, obtener mayores eficiencias de las operaciones industriales.
Aceites sintéticos: Aquellos que han sido obtenidos exclusivamente por síntesis en laboratorio en lugar de utilizar productos extraídos del petróleo u otras sustancias naturales. La síntesis de «éster» en laboratorio permite elegir de antemano las características que se desean obtener en el lubricante. Por ejemplo, de olefinas, mediante polimerización, pueden obtenerse polímeros fluidos bajos, denominados aceites hidrocarbúricos sintéticos; de ácidos grasos y alcoholes, por esterificación, se obtienen los esteres de síntesis; de óxido de etileno o propileno, por polimerización, se obtienen los poliglicoles. Sus componentes no se ven alterados con el tiempo, manteniendo su calidad.
Existen varios tipos de aceites sintéticos: alquilbenceno, polioléster, polialfaolefínico y polialquilenglicol. Los de mayor uso son el polialquilenglicol (principalmente en refrigeración/aire acondicionado automotriz) y el polioléster.
La biotecnología es el futuro
Los lubricantes sintéticos y biosintéticos son relativamente nuevos en la industria y sus altos costos de producción impiden hasta el momento que sean de uso mayoritario. Un material sintetizado es aquel compuesto que se produce por combinación química o por construcción de moléculas complejas derivadas de moléculas menos complejas. Por definición, un lubricante sintético convencional es un lubricante diseñado y elaborado en un laboratorio para servir mejor a los propósitos que antes solo se podían atender con productos extraídos directamente del petróleo.
Un lubricante biosintético proviene de una base biodegradable y renovable. Son más eficientes porque los aceites minerales, son una mezcla compleja de hidrocarburos producidos naturalmente (petróleo crudo) y los aceites biosintéticos son productos elaborados de bases biodegradables y en su mayoría con la misma molécula en configuración y tamaño.
“Los aceites biosintéticos tienen un alto índice de viscosidad natural que los hace muy estables ante los cambios en la temperatura, mejorando su habilidad para desempeñarse en un amplio rango de temperaturas”
Adicionalmente, los aceites biosintéticos tienen un alto índice de viscosidad natural que los hace muy estables ante los cambios en la temperatura, mejorando su habilidad para desempeñarse en un amplio rango de temperaturas lo que se traduce en que el lubricante se “adelgace” menos con las altas temperaturas, esto es no disminuya mucho su viscosidad, (por ejemplo con el motor caliente de un vehículo o en la descarga de un compresor) y que se “engruese” menos en las bajas temperaturas, esto es que no aumente mucho su viscosidad, (con el motor frío de un vehículo o en el evaporador de una máquina frigorífica).
Informe Polígono Industrial
Fuentes: Interempresas – ACRLatinoamérica