En contacto con el presidente del BICE, empresario industrial y abogado: José Ignacio De Mendiguren, Polígono I. pudo conocer que trabajo se llevó a cabo en la institución y qué lineamientos se siguieron para acercarse y colaborar con las pymes y empresas argentinas
Polígono Industrial: ¿Cómo transita su experiencia de trabajo en el BICE? ¿Y cómo se pudo trabajar con la pandemia? ¿Qué lineamientos de trabajo se llevaron a cabo?
José Ignacio De Mendiguren: El presidente Alberto Fernández nos dio un mandato muy claro: hacer del BICE un banco de desarrollo. Y nombró un directorio con un fuerte perfil productivo. Como saben, yo no soy banquero, soy empresario industrial. Y la ventaja es que sé que hace falta del otro lado del mostrador, entiendo bien la problemática que significa ser un país con un muy bajo nivel de crédito. Estábamos arrancando y vino la pandemia, que nos obligó a ser muy flexibles en la forma de asistir a las empresas en la emergencia. Lo que hicimos fue sacar al banco al territorio y fuimos al encuentro de pymes en todo el país para ponernos a disposición. El resultado es que duplicamos la cantidad de empresas a las que asistimos y, para dar un ejemplo, creamos la primera línea puramente de capital de trabajo en la historia del banco para ayudar a las empresas en problemas durante la pandemia.
P.I: ¿Cuáles son las herramientas que acercan a la Industria? Y en el caso de nuestra área BAHÍA BLANCA Y ZONA, ¿Qué tipo de promociones existen? [LEASING – CREDITOS – FINANCIAMIENTOS]. ¿Han visitado el área local?
“El financiamiento es la clave: no hay economía capitalista sin crédito”
J.I.D.M.: Estuve en Bahía Blanca este año y me reuní con los colegas de la Unión Industrial. Argentina está montada sobre varios negocios muy importantes para la economía mundial que viene una vez que termine la pandemia: entre ellos está Vaca Muerta y también está Vaca Viva, nuestro complejo agroindustrial. Lo que tenemos que hacer es trabajar para agregarle un segundo piso de agregado de valor a cada uno de esos sectores. Exportar pastas en lugar de trigo, hacer con el gas de Vaca Muerta el mayor polo petroquímico del hemisferio sur. Para eso el financiamiento es la clave: no hay economía capitalista sin crédito – es como tener un submarino sin agua. Desde el banco, después de asistir a las empresas en la emergencia de la pandemia ahora nos estamos focalizando en lo que es el corazón de nuestra función como banco de desarrollo: la inversión para producir más y el comercio exterior para exportar más.
“Exportar pastas en lugar de trigo, hacer con el gas de Vaca Muerta el mayor polo petroquímico del hemisferio sur“
P.I: ¿Qué objetivos se tendrán en pos de la promoción de las inversiones y el comercio exterior a través de créditos de mediano y largo plazo?
J.I.D.M.: El gobierno nacional tomó una decisión política muy clara, ya desde que el presidente Fernández estaba en la campaña: la salida de la crisis que atraviesa Argentina desde hace varios años va a venir en alianza con la producción y el trabajo. De esa definición política se desprenden todas las decisiones de políticas. Y eso quedó muy claro durante este año atípico de pandemia, en el que el mundo enfrentó caídas que no se veían desde la Segunda Guerra Mundial. El gobierno nacional que recién asumía salió al rescate de múltiples sectores: de las empresas con el programa ATP para el pago de sueldos, de los monotributistas y autónomos, de nueve millones de personas que no tenían asistencia de ningún tipo a través del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Hubo también un capítulo financiero a esa asistencia, con garantías que aportó el Ministerio de Desarrollo Productivo y créditos a tasa al 24%. Nosotros en BICE salimos con una línea testigo al 19% en medio de la pandemia para dar una señal clara al mercado sobre el camino que siguió la política pública.
Esa misma convicción de la política se va a mantener una vez que termine la pandemia. En términos de crédito, el objetivo es que las empresas puedan tener previsibilidad en torno a sus planes de inversión, para crecer y exportar. En el BICE ya estamos empezando con nuevas líneas para inversión y para comercio exterior.
“En el BICE ya estamos empezando con nuevas líneas para inversión y para comercio exterior”
P.I: En octubre se anunció líneas de financiamiento del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) por un total de $2.000 millones destinados a la inversión productiva de las pymes, que tendrán hasta 7 años de plazo y una tasa máxima del 24% durante los primeros 24 meses? ¿Cómo va desarrollándose esto?
J.I.D.M.: Muy bien. Lo que quisimos hacer con estas líneas es enviar una señal clara para aquellas empresas que ven en la crisis la oportunidad de crecer. En la crisis a veces es difícil mirar más allá de mañana, por eso lo que buscamos es mirar a mediano y largo plazo. Lo que estamos viendo nos sorprende: son muchas las empresas que tienen planes y los quieren poner en marcha. El empresario argentino sabe de crisis y de dificultades, y tiene la capacidad de reponerse y hasta de salir más fortalecido. Con esta línea de inversión estamos viendo eso, una gran capacidad creativa y creadora, desde ahí Argentina va a superar la crisis y volver a crecer.
“El empresario argentino sabe de crisis y de dificultades, y tiene la capacidad de reponerse y hasta de salir más fortalecido”
P.I: ¿Qué proyectos a nivel país serán más urgentes en la agenda?
J.I.D.M.: Creo que una vez que se terminen de ordenar las variables macroeconómicas, que el gobierno está encarando a partir del acuerdo con los acreedores privados y ahora con la negociación con el FMI, el país va a encarar un proyecto de crecimiento y desarrollo en base a los negocios sobre los que estamos montados: el sector agroindustrial, la energía, la minería, la economía del conocimiento, la pesca. Esos son algunos de los sectores que nos van a sacar de la crisis y para que despeguen va a ser más clave que nunca el financiamiento.
P.I ¿Qué experiencias y metodologías se pudieron adquirir de la Primera Cumbre Mundial de Bancos de Desarrollo? Y, ¿Qué se puede aplicar en nuestro país?
J.I.D.M.: Fue una cumbre muy importante. Participaron el secretario general de Naciones Unidas, la titular del Fondo Monetario Internacional, el secretario general de la OCDE, el presidente de Francia y el presidente Alberto Fernández, entre muchos otros. ¿Por qué importante? Porque lo que se está planteando es la construcción de una nueva infraestructura financiera internacional, que devuelva a las finanzas a lo que tienen que ser: un instrumento para el crecimiento de la economía real. Por eso el nombre la cumbre: Finanzas en Común, para terminar con la especulación financiera. Y se creó una coalición inédita de 450 bancos de desarrollo, que en conjunto dan cuenta del 10% de toda la inversión mundial. Los bancos de desarrollo tenemos que ser el centro de esa nueva infraestructura, coordinando acciones para canalizar recursos al desarrollo sustentable. Para Argentina es muy importante, porque nuestra recuperación va a necesitar financiamiento de todas las fuentes posibles.
P.I ¿Cuál es el balance del año, a pesar de la pandemia? Y ¿qué mensaje puede dejarse a los industriales para el comienzo del año venidero? Lineamientos de trabajo y recuperación de la productividad.
“Enfrentamos este año la crisis más profunda del capitalismo en su historia. Todos hicimos un gran esfuerzo: los empresarios sosteniendo el empleo y la producción en la medida de lo posible, el Estado asistiendo con fondos para el pago de salarios, créditos y moratoria, la gente quedándose en su casa”
J.I.D.M.: Enfrentamos este año la crisis más profunda del capitalismo en su historia. Todos hicimos un gran esfuerzo: los empresarios sosteniendo el empleo y la producción en la medida de lo posible, el Estado asistiendo con fondos para el pago de salarios, créditos y moratoria, la gente quedándose en su casa. En BICE tuvimos más de 100 encuentros con cámaras regionales y sectoriales durante este año de pandemia, escuché a mis colegas empresarios de todo el país: mi mensaje es que hoy más que nunca no hay que bajar los brazos y hay que empezar a planificar el crecimiento. Soy optimista, pero con fundamentos: la situación no es fácil, pero tenemos un gobierno que selló una alianza con la producción y con el trabajo, y la va a sostener con políticas concretas. Nuestro país tiene buenos negocios en muchos sectores, tenemos capacidad en nuestro sector empresario y tenemos el capital para ponernos en marcha. Desde nuestro lugar en el banco ya nos estamos concentrando en esa agenda.
Acerca del BICE (Banco de Inversión y Comercio Exterior)
Es un banco público que otorga financiamiento de corto, mediano y largo plazo con foco en los sectores productivos, las pequeñas y medianas empresas y el desarrollo regional.
El Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) fue creado en 1992 como banco comercial de segundo grado del sector público nacional, que tiene como objeto el financiamiento de mediano y largo plazo destinado a la inversión productiva y al comercio exterior, focalizándose en las pequeñas y medianas empresas y dirigido a los sectores y regiones prioritarios que determine en concordancia con la política de desarrollo elaborada por el Ministerio de la Producción.
En este sentido, busca responder a la demanda de servicios financieros por parte del sector productivo, proveer asistencia integral a los exportadores, apoyar las oportunidades de negocios dentro de las cadenas de valor para la mejora de la competitividad y brindar servicios de apoyo no financieros a las empresas, haciendo hincapié en las economías regionales y en la financiación de proyectos de largo plazo donde la banca comercial no llega.
José Ignacio De Mendiguren
José Ignacio De Mendiguren, nacido el 23 de agosto de 1950, es empresario industrial, abogado y escribano (Universidad de Buenos Aires).
Fue el primer Ministro de Producción de la Nación en 2002. Director del Banco de la Nación Argentina (1999-2002). Diputado nacional por la provincia de Buenos Aires (2013 y 2017). Y Presidente de la Comisión de Industria de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.
En el sector gremial empresario, ejerció como Presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) en los períodos 2001-2003 y 2011-2013, además de ocupar en otros períodos los cargos de Vicepresidente, Secretario General y miembro del Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva. A su vez, fue Presidente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI); Vicepresidente del Capitulo Buenos Aires de la SID (Sociedad Internacional para el Desarrollo); Presidente de la Asociación de Industriales de la Vestimenta del Mercosur (AIVEM); y Presidente de la Federación Argentina de la Industria Textil e Indumentaria (FAIA). Además, presidió la delegación Argentina ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) 2001, 2011 y 2012.
Participó en los foros del business 20 perteneciente del G-20 de Korea, Francia, México y Rusia.
En el ámbito privado, se dedicó a los sectores textil y calzado, destacándose en la fabricación de tejidos industriales, la creación de la empresa Coniglio y su trabajo con licencias de marcas internacionales como Nike, Wrangler, Guess, Calvin Klein y Fiorucci.
Es Presidente de BICE desde enero de 2020.