La empresa petroquímica destinó una importante producción del desinfectante a la ayuda contra el contagio del COVID-19.
Con la pandemia instalada y el potencial riesgo de contagio comunitario, el cuidado de los espacios públicos se tornó una prioridad fundamental para mitigar la propagación del virus. En este sentido, la limpieza de los lugares de circulación común y en especial de los organismos de la salud debe ser constante y cuidadosa.
Desde el comienzo de la pandemia del coronavirus, la petroquímica Unipar lleva donada cien toneladas de hipoclorito de sodio, una de las sustancias más importantes para la desinfección de calles, superficies públicas, hospitales, centros de salud y comedores escolares. El costo de lo donado supera los varios miles de dólares.
Dentro de los más beneficiados por esta donación se encuentran el Hospital Interzonal José Penna, que atiende a una región de casi 600.000 personas; la Armada Argentina, que utiliza el hipoclorito para la desinfección de la Base Naval Puerto Belgrano y sus hospitales; el Ministerio de Seguridad para la limpieza de reparticiones policiales y de todos los móviles de la distrital, el Municipio de Bahía Blanca y varios Municipios de la región.
Bahía Blanca, como otras ciudades vecinas, puso en funcionamiento un sistema de higienización y desinfección de espacios públicos que se desarrolla gracias al aporte del químico, que es rociado en veredas, calles, asientos de unidades de transporte público o aplicado como lavandina concentrada en otros espacios.
Además, casi un 10% del total de las donaciones fueron entregadas a ONG´s de Bahía Blanca que están trabajando en la ayuda y contención social. Una vez fraccionado y convertido en lavandina, es repartido en domicilios de barrios vulnerables junto a otras donaciones para asegurar también una limpieza adecuada de sus hogares.
Unipar es responsable de la producción de la mayoría de los insumos destinados a suministrar a los fabricantes de productos de limpieza, como desinfectantes, blanqueadores, aguas sanitarias. Estos productos son esenciales para la población, especialmente en este momento, cuando la desinfección constante de los entornos públicos y privados representa una medida esencial para contener el virus, reducir la transmisión y, en consecuencia, aliviar el sistema de salud.
Para garantizar el suministro de insumos para tales propósitos esenciales, Unipar indica que se establecieron iniciativas para mantener las fábricas operando a un ritmo normal, según su CEO, Mauricio Russomanno “el objetivo de evitar que nuestro equipo y sus familias se contaminen, preservando la continuidad operativa, definiendo, preparando e implementando medidas preventivas, de contención y remediación por adelantado, y apoyando a los equipos, la sociedad y la comunidad durante la crisis”. “Se han adoptado herramientas, metodologías y procesos para cuidar la salud de las personas: los empleados que pertenecen a grupos de riesgo y todos los demás posibles están en sus hogares desde mediados de marzo, se aumentaron las tareas de desinfección y limpieza en las instalaciones de las fábricas, se intensificaron las campañas de comunicación con medidas preventivas, se promueve el uso de la tecnología para las reuniones y la gestión de equipos, se realizan controles de salud a las personas que ingresan a sus instalaciones, se reforzó la campaña de vacuna antigripal y se asegura el distanciamiento social durante las tareas laborales”. Finalmente, también se implementaron iniciativas para preservar el efectivo y la solidez de la compañía para permitir que Unipar atraviese este momento de manera organizada y sostenible. De esta manera, y consciente de la contribución social de su desempeño en los mercados brasileño y argentino, Unipar contribuye para garantizar la sostenibilidad del negocio, la cultura operativa de excelencia y, sobre todo, preservar el activo principal de cualquier organización, independientemente del segmento de la economía: sus personas y comunidades.